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martes, 17 de agosto de 2010

¡NO SOPORTO A MI SUEGRA!



La figura de la suegra se alza implacable como una sombra tras la que la pareja se repliega. Quizás la suegra es uno de los familiares más frecuentemente utilizados como blanco de los chistes. ¿Sabían ustedes que una de las funciones del chiste es expresar hostilidad, dar rienda suelta a nuestras pulsiones hostiles? Pues eso: que cuando hacemos muchos chistes con un personaje, de contenido irónico o burlón, estamos descargando parte de nuestro odio hacia ese personaje.

Pero esta es la paradoja: las relaciones familiares (también con la familia política) son ambivalentes siempre. Un odio exacerbado puede esconder un amor igualmente intenso. Es más, cuando un afecto es rechazado, su manera de disfrazarse puede ser su transformación en lo contrario. Así, muchas veces, cuando se experimentan deseos sexuales que escandalizan al propio sujeto que los padece, estos se transforman en hostilidad, más fácil de demostrar que el deseo.

Recordemos que el primer amor del niño fue su madre, y que la suegra cae en ese lugar de las figuras maternas, por tanto no es raro que se desplacen a ella los mismos sentimientos que se abrigaron en la infancia hacia la madre. En ocasiones el “no soporto a mi suegra” no es más que un: “no soporto los deseos prohibidos que mi suegra despierta en mí”.

La mala fama de las suegras depende más de los yernos (los que cuentan los chistes) que de ellas mismas, aunque es cierto que en ocasiones ellas ayudan, por ejemplo, cuando el narcisismo familiar las lleva a sobrevalorar a su hija y a rechazar todo aquello extraño a la familia, también al yerno. También la hija puede provocar tormentas matrimoniales, cuando antepone la figura de su madre a la de su pareja.

No obstante, tenemos que tener en cuenta que un desacuerdo entre las familias de los cónyuges expresa muy comúnmente algún desacuerdo entre los miembros de la pareja. Obviamente, son desacuerdos inconscientes, que el psicoanálisis viene a develar.


Cuadro: Cupido y Psique. La suegra de Psique (Venus), madre de Cupido, puso a Psique todos los obstáculos posibles para que evitar el amor entre su hijo y ella.

2 comentarios:

  1. Hola amiga muy interesante el post. un placer entrar a leer tus entradas de blog.

    Un abrazo de MA para ti.

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  2. Gracias Ma.
    Un brazo para tí también.

    Alejandra

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